Un zar muy viejo era "te besaré" la mujer cuerda estaba loca por él, su pelo tan limpio la llevaba hacia él, sonaba muy dulce la lluvia en la pared. Nunca limpiaba el plato en que él comía, siempre que podía ella dormía con él, acercaba su boca a las uñas de los pies, mordía como fruta algo que no puede ser. Nunca soñaban, nunca sonaban, nunca sonaban, nunca sonaban...