Nos parecíamos de lejos como se parece todo el mundo lo único que nos unía era el hilo telefónico que cosía tu casa con la mía hace tiempo ni me acuerdo. ¿Hasta dónde podría llegar si me estiro más? Soy un equilibrista que pasea por el borde de una pastilla de jabón. Ya no quiero verte tanto para acabar por no necesitar verte siempre, a todas horas, verte siempre que tú quieras. Odio el orden de los números más que nunca hoy que no cuento, odio el orden de los números del primero al último y a ti te odio en defensa propia yo te odio en defensa propia. Nos parecíamos de lejos como se parece todo el mundo.