Llevo mí senda sembrada de abrojos, de aquel recuerdo que no morirá, llevo en mi pecho sangrándo una herida, tu cruel falsía que me matará. Juráste amarme fingíste quererme, y yo te amaba con adoración, sí un día te fuiste de mí triste vida, dejándo penas y desolación. Ahora sola en mis noches, cuando sueño con tu amor, veo tu imagen traidora, y me despierta el dolor. Más sí algún día te ves abatida, y un desengaño te hace llorar, ven a mis brazos y curas la herida, que tus pesares sabré consolar. (música) Ahora sola en mis noches, cuando sueño con tu amor, veo tu imagen traidora, y me despierta el dolor. Más sí algún día te ves abatida, y un desengaño te hace llorar, ven a mis brazos y curas la herida, que tus pesares sabré consolar.