Venga m' hijo hoy le he de hablar de un tema tan cotidiano, que ni usted ni sus hermanos se han detenido a pensar y eso es por costumbre nomás, por haber nacido aquí, por venir de una raíz marginada de hace tiempo y contemplando en silencio lo que pasa en el país. Tal vez nunca meditó que usted con esa dos manos asiste a pagos lejanos, dándole luz y calor, que también mueve el motor, que anda el cielo y anda el mar o autopistas de ciudad y las comunicaciones, sin saber por qué razones nada viene y todo va. Fíjese en el caáo aquel , es el famoso oleoducto por donde se van los frutos, como quien dice a granel. Le costará comprender por qué este petróleo nuestro lo industrializan tan lejos y el subproducto después vuelve a su tierra otra vez, sabe Dios por que manejos. Nuestro gas es entubado en caáos de alta presión que llevan calefacción para entibiar otros pagos no se me quede asombrado si le digo que en el gas van muchas cositas más, con variadas propiedades, que enriquecen otros lares y empobrecen los de acá. Y los parques nacionales parecieran extranjeros porque ahí somos forasteros los nativos y locales y en sus bosques colosales , sucede que en ocaciones se convierten en tizones los leáos que nadie saca y andan con bosta de vaca, en los ranchos los fogones. Y aquellas torres en fila, sujetando el cablerío, se llevan de nuestro ríos lo mejor de la energía, no es una ocurrencia mía, ni lo quiero avergonzar, pero póngase a pensar que pasaría si nos dieran, por todo lo que se llevan, lo justito y nada más. Seguimos siendo colonia de la gallina de arriba, federalismo mentira, desde que tengo memoria. Allá se inventa la historia, aquí se escribe con sangre, mas vienen de tarde en tarde, en vísperas de elecciones a prometer soluciones que ya no engrupen a nadie. No hablemos de agua pesada, regalías minerales, nada viene, todo sale, estrujando la ordeáada. La cuestión está estudiada para dejarnos de luto, usando cualquier conducto se llevan hasta la tierra, si nuestro sudor sirviera ya habría algún sudoructo.