Dando vueltas por la esquina
Caminando nada más
Un cartel que se ilumina
Se hace día en la ciudad
Un portero lava penas
De vereda y de inmensidad
Otra botella que se lleva
Una lágrima en el mar
Baila como un alma incierta
Nadie me espera, nadie se va
Tres acordes de una escala amanecida
Que no para de sonar...
Que no para de sonar...
Que no para de sonar...