Tráiganme los aáos que vivi que quiero ver si estoy pisando firme.
Me paré en la mesa y quise ir a donde acababa de aburrirme.
Yo te espero en el lugar de los diablos y los locos tristes,
con la cara me vas a hablar: a este mundo lo cambian los pibes.
Llora el sabio y su soledad se despierta con la luz divina,
los primeros en comulgar lo crucifican desde la oficina.
Pero los hermanos son inmortales, los ancianos fueron quemados,
los que limpian la vena de la verdad no tienen miedo.
Los golpeados con palos del amo, cansados que nunca se cansan,
fusilados, sordos y ciegos van curando el miedo.