No me toques las lágrimas
Que aún vive el pez
La flor de mis besos
Empuña un cuchillo
Y cuando lo roces
Caerás al abismo
Será un laberinto
De sangre y sal
Y aunque la conozcas
Nunca se abrirá
No es distinto
No me toques las lágrimas
Que se seca mi alma también