La crueldad de su voz
Despiadada verdad.
Su voz, con un apacible dolor, dice adiós, sin mentir.
Se va, como el verano de una ciudad fría, lejana.
Su voz es una pena, que me atraviesa en la oscuridad.
La copa esta vacía, como su voz...
¡Piedad! ¡Piedad! Soledad, abrázame en paz.
En el silencio de mi noche oscura,
Guarda el secreto de mi corazón.
Muero, porque no muero.