AQUÍ ESTOY SEÑOR
AQUÍ ESTOY SEÑOR,
PARA HACER TU VOLUNTAD.
AQUÍ ESTOY SEÑOR,
PARA HACER TU VOLUNTAD.
Tú me miraste a los ojos,
Me dijiste: sígueme!
La mies es mucha, los obreros, pocos,
Yo necesito de tus manos y tu voz.
Y tu palabra fue tan fuerte,
Que tocó mi corazón.
Y, desde entonces, cambió mi vida,
Cuando, a llamado tan urgente, dije sí!
Y ha transcurrido tanto tiempo,
Desde que todo lo dejé por ti;
Y, aunque seguirte no es nada fácil,
Tengo las mismas fuerzas para repetir!