¡Qué bueno ha sido regresar a la cosecha,
después que el tiempo mejoró las madrugadas!
¡Qué bueno ha sido el despertar
sobre la almohada que soáé
cuando el amor y la canción nos esperaban.
Hay que cantarle un homenaje a la sonrisa
de aquel ancestro soáador que, en la garganta
dejó su pétalo mejor,
para que hiciera florecer, alguna vez,
el corazón y la esperanza.
Cantar, cantar, cantar,
con la necesidad de la primera vez.
Cantar, cantar, cantar,
para llegar a ser
como una sola voz.
Cuando sabe a realidad la maravilla
de aventurarse a ser canción y a ser guitarra,
late la prisa por amar
y el corazón se vuelve un mágico volcán
que arranca el grito de esperanza.
Cantar, cantar, cantar,
con la necesidad de la primera vez.
Cantar, cantar, cantar,
para llegar a ser
como una sola voz.
Cantar, cantar, cantar,
con la necesidad de la primera vez.
Cantar, cantar, cantar,
para llegar a ser
como una sola voz.