Con esas manos de acariciarte la espalda
llevare un fusil tal vez maáana,
con esta boca que no encuentran palabras
que te besa
llamo a gritos a mi gente
vivo a mi patria.
Con estas piernas las de irme temprano
marcharé si es debido a dar batalla,
y con los mismos ojos de mirar
apuntaré al corazón
al que me ataca.
Y este cuerpo que también es nuestro cuerpo
se pudrirá en la tierra, si me matan.
Así es cada hombre así lo hicieron
en la alegria y el dolor sobre la espalda.
Un grito y un silencio, un momento
para jugar en la vida a todo o nada.
Yo que hasta ayer dije amor
ahora hoy digo patria
que es como decir amor
amor en otras palabras.