Un millón de casas mudas y un farol que apaga el az del sol y el rencor de aquella luna que se va por el espejo del retrovisor y no saber si uno ha de volver a ese lugar que amó y fue la voz de un acertijo entre los ciegos de este alfabeto para locos. Yo no sé que preparó en su arcón la musa esquiva y gris del cantor que en la mitad de la oración vio el escenario de humo y de rubor lleno de viento el corredor, pues entendió qué es tocar. Tocar sabiendo que no alcanza cuando te comen hasta el alma ser corazones de los otros es un oficio peligroso otro acertijo para ciegos un alfabeto para locos de verdad. Sé que tengo que dormir en las copas del licor teclas que transpiran, transpiradas de otras vidas sin saber lo que doy tan cansado de soáar los sueáos por la mitad me escapé, marqué tres y así como me ven sin vanidad sembré. Un millón de casas mudas, compartir la mesa de un hotel y el humor por estar vivos pues tocar es un oficio que puede curar mas no saber si uno ha de volver a ese lugar que amó y fue la voz tocar sabiendo que no alcanza cuando te comen hasta el alma ser corazones de los otros es un oficio peligroso otro acertijo para ciegos un alfabeto para locos de verdad tropecé en tu corazón cuando al piano puse un sol y te vi lagrimear como un mar al cantar junto a mí desvelado por cantar el sueáo de los demás me escapé, marqué tres y así como me ven sin vanidad. Tan cansado de soáar los sueáos por la mitad me escapé, marqué tres y así como me ven sin vanidad sembré.