Desde el calor del Zulia, cruzando el gran mar,
Llegué a Norteamérica, buscando qué soñar.
Pero, aunque los paisajes, nuevos pueden ser,
En mi paladar llevaba, lo que aprendí de niño a querer.
En las mañanas frías, de este lugar lejano,
Sueño con la brisa y el sabor temprano,
De ese coco fresco, y panela al raspar,
¡Mi Zulia querido, cómo te puedo olvidar!
¡Sabor a coco y panela, mi Zulia siempre en mi piel!
Aunque ande lejos de ti, a tu sabor soy fiel.
No hay distancia que borre, lo que en mí dejaste,
Zulia ni de mi alma, ni de mi paladar te apartaste.
Las fiestas aquí, tan diferentes son,
Pero en mi mente resuena, la guaracha y el gaitón.
Y al probar algún dulce, del norte tan querido,
Me transporto a mi Zulia, donde todo ha nacido.
Las calles, los amigos, y el sol brillando allá,
Los sabores de mi tierra, nunca los dejarán.
Porque, aunque en el extranjero, pueda yo morar,
Mi Zulia y su calor, siempre me van a abrazar.
¡Sabor a coco y panela, mi Zulia siempre en mi piel!
Aunque ande lejos de ti, a tu sabor soy fiel.
No hay distancia que borre, lo que en mí dejaste,
Zulia ni de mi alma, ni de mi paladar te apartaste.
Las noches en este norte, de estrellas y de paz,
Me encuentro recordando, lo que atrás quedó quizás.
Pero sé que, en mi corazón, siempre llevaré,
El sabor de mi Zulia, que nunca olvidaré.
¡Sabor a coco y panela, mi Zulia siempre en mi piel!
Aunque ande lejos de ti, a tu sabor soy fiel.
No hay distancia que borre, lo que en mí dejaste,
Zulia ni de mi alma, ni de mi paladar te apartaste.