Y si amanece por fin y el sol incendia el capÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó de los coches,
baja las persianas,
de ti depende, y de mÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂ, que entre los dos siga siendo ayer noche,
hoy por la maÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂñana.
OlvÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂdate del reloj nadie se ha muerto por ir sin dormir una vez al currelo
porquÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂé comerse un marrÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂón cuando la vida se luce poniendo ante ti un caramelo.
Anda deja que te desabroche un botÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂón,
que se come con piel la manzana prohibida.
y tal vez no tengamos mÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂás noches,
y tal vez no seas tÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂð, y tal vez no seas tÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂð, la mujer de mi vida.
El tiempo es un microbÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂðs que sÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂólo cruza una vez esta breve y absurda comedia
y yo no soy Mickey Rourke ni tÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂð Kim Basinguer ni tengo nueve semanas y media.
La buena reputaciÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂón es conveniente dejarla caer a los pies de la cama
hoy tienes una ocasiÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂón de demostrar que eres una mujer ademÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂás de una dama.
(Estribillo)
OlvÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂdate del reloj nadie se ha muerto por ir sin dormir una vez al currelo
porquÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂé comerse un marrÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂón cuando la vida se luce poniendo ante ti un caramelo.
(Estribillo