Dicen que soy corresponsal de los sueños de los demás que escribo solamente tras probar el humo o algún metal que involucro a otras personas en mis cuentos
Que emancipo la realidad
Que no conocen al poeta que presento: sereno y loco de atar.
Ni yo domino la metáfora
Ni a ser poeta aspiro
Ni me canso de fumarme libertad
Que ya me dieron muchos palos
Con lo joven que he salido a la ventana a tomar aire y respirar. En ese caso pongan rombos en la esquina de mi tele
Que no escuchen los menores mi verdad
Que acaricié con una mano el pundonor del taburete al sujetarme a ver si puedo ver el mar.
Hablan de mí como un patán
Que en la vida sería capaz
De interpretar con un segundo su silencio
Y yo puedo en versos diagnosticar
Que me critiquen porque están perdiendo el tiempo que soy un sinvergüenza y canto mal
Lo reconozco, pues soy yo quien no me miento ¡aunque tampoco lo hago tan mal!
Ni yo domino la metáfora
Ni a ser poeta aspiro
Ni me canso de fumarme libertad
Que ya me dieron muchos palos
Con lo joven que he salido a la ventana a tomar aire y respirar. En ese caso pongan rombos en la esquina de mi tele
Que no escuchen los menores mi verdad
Que acaricié con una mano el pundonor del taburete al sujetarme a ver si puedo ver el mar.
Confieso no ser Picasso en lo mío y confieso no ser Bisbal
En medio también hemos nacido se llama mediocridad.
Confieso no ser Sabina en lo mío
Y confieso no ser Bisbal
En medio también hemos nacido
Se llama mediocridad, se llama mediocridad...
En ese caso pongan rombos en la esquina de mi tele que no escuchen los menores mi verdad
Que acaricié con una mano el pundonor del taburete al sujetarme a ver si puedo ver el mar.