Tengo una historia que contar
Hace algunos años, supongo
Todo llevaba un ritmo más lento
Y yo, era un tipo algo singular, un lobo de mar
De sonrisa vieja, de esas del rabillo de luz
Bailaba claquet salpicando las aceras
Viento en popa a toda vela
Un acordeón suena, suena que suena
Y de repente
¡El vaivén de las olas!
Tuve una extraña sensación, aquella noche
¡El vaivén de las olas!
De pronto, el tiempo se paró
El Saratoga no era un bar, era un sombrero
Era el cielo entonces todo era a cara o cruz
Ella fumaba sin parar
Con la mirada fría y perdida
Queriéndome decir
Yo soy la fatal
Y me embrujó con esas faldas al vuelo
Llenándose de viento
Me engatusó al quitarse el guante negro
Y de repente
¡El vaivén de las olas!
¿Cómo bajar del tranvía del deseo
Un eterno pasajero como yo? Sencillamente
¡El vaivén de las olas!
No hay tiempo, no hay tiempo