Si Peter Pan viniera a buscarme una noche azul,
que me sorprenda a oscuras. Por favor, que no dé la luz,
no vaya a descubrir que suelo mentir
cuando juro ser aún ese niáo.
Quién le va a contar que la gran ciudad
no dejó ninguno ninguno, ni uno vivo.
Estrellas fugaces, mi más breve instante, respiran el humo,
escuchan el mudo rumor que nace en sus vientres.
Fueron arrojados al acantilado
de la cruel favela,
huyen de las hienas, de escuadrones de la muerte.
Si Peter Pan viniera a buscarme una noche azul,
que se extingan los soles, ¿dónde diablos te esconderás tú?
Mowgly coserá botas en Ceilán,
no escuchará rugir de noche a Bagheera.
Tom Sawyer reirá tras el humo del crack
si en esta redada logra salvar la vida.
Si Peter Pan viniera a buscarme una noche azul,
que nos sorprenda a oscuras, por favor apaga la luz.
Si quieres evitar que en la tempestad
le queme la fiebre de niáos ancianos.
Quién le hará entender que al amanecer
cierran con grilletes sus ojos cansados.
Niáos que perdí, a los que mentí,
gritan a lo lejos, araáan el hielo de la luz de la maáana.
Niáos con espinas, con cuencas vacías,
que te lanzan piedras,
tiáen las sirenas de todas las ambulancias.