Cuando llegó era un niáo delicado
no quería mancharse
jugando en el descampado
era un tipo legal,
un amigo, un aliado.
Había vivido arrogante
aquel error inocente,
llevar en cuerpo de hombre
una mujer en su mente,
él un hombre tranquilo
ella una dama valiente.
Oh! Manuel Raquel.
Manuel Raquel
no aguantó siquiera el primer invierno
volando sobre un tacón
de las redadas huyendo.
La última vez que le vi
nos fuimos a emborrachar,
debajo del maquillaje no pudo disimular
un cierto pudor antiguo,
al fin un poco de paz.
Quiso volar y saltó
no pude llegar a tiempo,
las lágrimas sin dolor
me las ha arrancado el viento,
se fue sin decir adiós,
sin un grito, ni un lamento,
creo que iba contento.
Manuel Raquel
no aguantó siquiera el primer invierno
la detuvieron mil veces,
la pobre se fue rompiendo,
es muy difícil pasear
de incógnito en el infierno.
Oh! Manuel, oh! Raquel,
se marchó
es sólo una baja más.