Todos los pasos que di,
Todas las horas que respire,
Todos los amores que ame,
Todas canciones que canté.
Todos los lugares que guarde,
Todas las lluvias que baile,
Todos los cuerpos que sentí,
Todas las historias que calle.
Todo fue para que el destino nos juntara ahí,
Todo fue para que el destino nos juntara ahí, justo ahí.
Todas las almas que toque,
Todos los compases que conté,
Todas las mochilas que llene,
Todos los domingos que mate.
Todo fue para que el destino nos juntara ahí,
Todo fue para que el destino nos juntara, justo ahí.
Ojos que soñé, manos que solté, finales que entendí,
Veredas que jugué, miedos que alejé, flores que abrí,
Sueños que intenté, tardes que te di, nombres que pronuncié,
Piedras que escalé, miradas que empañe, lunes que volví, martes que olvide,
Beatles que escuché, vidas que viví, soles que abracé...
Todo fue para que el destino nos pintara en un sinfín de amor divino,
Abrazados a lo hermoso que se cae de la luna, en el valle sin olvido,
En la cima de lo nuestro, donde los ojos se besan, justo ahí.