Labios por callar, carne tibia negocias.
La trampa es la carta que más jugás.
En tu suciedad no hay tranquilidad moral,
Cuando te quemas no habrá a quién culpar.
No hay dónde apuntar, la sirena en tu rastro está.
La noche te alcanza y el juicio aprieta más,
Y ningun patán burgués va a saltar.
No hay dónde apuntar, la sirena en tu rastro está.
Mientras se enjuicie al noble, y no se enjuicie al mal.
Mientras se enjuicie al noble, algún cordero siempre va a pagar.
Ahora quema el plan y a verdugo señalás.
Nenes sin hogar, duros por demás.
Te confiaste mal, ya diez balas te harán callar.
Mientras se enjuicie al noble, y no se enjuicie al mal.
Mientras se enjuicie al noble, algún cordero siempre va a pagar