El invierno ya llegó
Congelando y sepultando a un viejo amor
Y cae la lluvia eterna
Acariciando las penas
Él juró que no volvería
A hablarle mientras ella siga con su vida
Ella seguía esperando
El dulce olor de su amado
El sol generoso aportaba alegría
Y la lluvia quitaba toda la energía
Que el sol esperanzado en sus rayos enviaba
La lluvia lo negaba, el sufrimiento disfrutaba
Van dos años del aluvión
Él despierta y se toma un vaso de ron
Ella sigue cruzando
Los parques de sus recuerdos
La lluvia volvió a quitar la alegría
Que quedaba en el vaso de ron que él bebía
El sol pudo ver a través de las nubes
Una soga y un cadáver bajo el árbol y las aves
Una soga y un cadáver