Del producto del contraste entre el medio, el entorno y los sueños,
Surge el dolor, la frustración de la cual nadie es libre.
Y aunque la esperanza no se agota, se siente que las oportunidades se nos escapan de las manos, como la arena.
Perdiéndonos en nuestros propios laberintos, no somos absueltos ni lo podremos ser.
Es imposible acabar con el sufrimiento, lo que podemos es reducir su cantidad.
Descubrimos que lo que sentimos es muy claro, está lo que sentimos y palpamos.
Esperanza, frustración. En contraste, arde el fuego.
Esperanza, frustración. En contraste, arde el fuego.
Pagamos el precio de querer algo un poco diferente al promedio.
De estos valores bajo los cuales respiramos.
No es oscuro del todo, pero el suelo sigue frío.
La traición, la renuncia, nada nuevo en este sitio.
Rescatar el afecto o el cariño, la comprensión que otros no tuvieron, esto podría ser peor.
Y la esperanza como una piedra.
La esperanza no muere, no morirá.
Tampoco la frustración