Llagas...que en silencio aprenden a sanar, para no sangrar nunca más
Después de tanto uso y abuso que soportar
Finalmente, aceptando...la sumisión como el precio por pagar
En cautela, en los brazos del inquisidor
Del cobarde enemigo, del torturador, sin opinar acatar
Besando los pies del amo del sustento
Besando los pies del amo de la opinión
Flagelando rostros, partiendo cráneos
Rompiendo huesos
Manos con sangre producto de la tortura bajo llave
En la intocable intimidad
Poniendo en la boca el arma, tragando balas de sumisión
Escupiendo en la cara, después de besar
Corrompiendo inocencia, con golpizas, violación
Infundiendo terror en nombre de la falsa protección
Con sadismo sin piedad, consiguiendo la imposición de un falso respeto
En una sociedad, que promueve igualdad, cuando la igualdad es el mayor temor
Rehuso tu concepto de respeto
Y me da asco tu concepto, tu idea de los que es ser un hombre
Cobarde infeliz espero el día que solo y humillado por tus actos pagues
Lejos donde no puedas tocar ni dañar a nadie
Por lo hecho pagues
Mientras estas heridas aprenden a sanar