Pena negra, mal de amor.
Maleficio mágico.
Fuiste tú mi perdición;
zahorí, por qué a mí.
Mal tabardillo le dé; qué puedo hacer.
Se fue mi estrella.
Se anuló mi voluntad,
trece planetas marcan mi mala suerte.
Tocado estoy.
Hasta mi sombra huye de mí.
Al viento le pregunté
y el silencio contestó:
Si es que la quieres nombrar
tu lengua sea un cascabel,
si la quieres invocar,
tus dedos sean de laurel.
Dormir abrazado a ti,
revolverte el pelo rojo.
Dormir enredado en ti,
en tu cuerpo que ahora enreda el viento