Sucedió en la antigüedad
en ésta tierra.
Cuentan que no ha habido jamás
un amor como fué aquel;
entre batallas a sangre y fuego,
un cariáo tan fiel.
Era una tarde de frio invierno
cuando fueron a por él;
nunca regresó
su tierno amor,
murió de pie.
Y ella salía a los caminos a preguntar.
Por besar su blanca frente
las nubes la guíaron.
Es aquel tu amor,
tendido está
y le dió un vuelco el corazón.
Y la noche se los tragó,
fueron dos sombras
cruzando entre bomba y metralla.
Siga usted, mi capitán
que aunque silben las balas
el cielo le preservará
como le decía él.
Cuentan que los vieron
caminando hacia el pueblo en llamas
y que entre sus ruinas
a los viajeros hablan.
Y la hierba ya no crece,
polvo y hollín.
Rios desbordados
que arrastraron sus vidas.
Guerras que nadie deseó
que truncaron sus sueáos.
Nunca hubo un amor tan fiel,
un cariáo tan grande;
aunque la memoria de este lugar
haya olvidado sus nombres