Qué bien huelen los pinos
cuando el sol los calienta,
y qué bien pasa el tiempo
persiguiendo nubes en el cielo.
Quiero ser un feriante
y venderte mis baratas quimeras,
verter mi precario ingenio
sobre la tierra caliente.
Dulce como el compás
de una antigua canción,
vuelve el aire a traer
el rumor de tu risa sutil.
Cuando llegó la lluvia
a la tierra que abras
pregunté al horizonte
si volverás a casa.
Y la caricia del viento marino
me dijo que sí.
Que la brisa peine las encinas,
perfume de olas blancas,
corriendo traviesa bajo el cielo
azul del aáil.
Sabia como un refrán
habla y haz callar,
vuelve y ordena el caos,
niáa, baila y haz llover.
Dulce como el compás
de un antiguo son,
vuelve el aire a traer
tu risa sutil.
Sabia como un refrán
habla y haz callar,
vuelve y ordena el caos,
niáa, baila y haz llover.
Dulce como el compás
de un antiguo son,
vuelve el aire a traer
niáa, tu risa sutil