Es muy fácil relajarse en un entorno cómodo
Por supuesto que me quedo mi parte
¿Cómo no?
Necesito un psicólogo
Y tú arrimando el fósforo
La mecha se consume al ritmo de la psique de un autónomo
Todo es monótono
Los regalos de la vida ni se sienten
Por si el caballo regalado muerde
Es evidente que el problema es mío y no reciente
Hace tiempo ya que se desbordó el recipiente
Bébelo
Y di qué tal está el sabor
Sé que lo desconocido a veces da pavor
Ahora subo los peldaños de dos en dos
Porque lo que viene persiguiéndome será mucho peor
Me declaro vencedor
Las cartas sobre la mesa
Sale agua por las brechas de la presa
¿Quieres curar la amargura que hay en mi cabeza?
Adelante, intenta echarle azúcar a la cerveza
Azúcar a la cerveza
El fósforo quema la mecha
Cuando la tiranía asoma ¿Quién tiene el poder?
Todos los dedos apuntan a la cima del iceberg
La pirámide el clímax, algo debe suceder
La adrenalina de caída al ver su mundo arder
Hay que ver
Tremendo cacao
Mi nombre es Gallo
El portador del caos
Quién dijo que el calor siempre contendría el vaho
Pese al trono seguirá siendo mortal acordaos
Bajo el sol se derrite la paciencia
Craso error que permite la experiencia
El infierno está viniendo y no importa su grandeza
Todo cimiento va creciendo al tiempo y su sentencia
Te premias, lo enseñas, te engañas
Pero el orden no se mantiene solo con falacias
Ozymandias te creías inalcanzable
Pero en realidad aquí me tienes, no eres ninguna deidad
Cara a cara, con la verdad, jugando a ver
Quién es último en pestañear
El destino está sellado hay que bajar del pedestal
Pues sin lo material no irás más allá de lo normal
Qué mal, ahí va tu cura de humildad
Si a mis preguntas das excusas te traeré mil más
Pensar que en la vida la cima se te iba a arrebatar
Será la rima que se escriba en tu cripta, bye bye
Brechas en la presa
El fósforo quema la mecha
Paso de seguir aguantando el peso
Hasta la polla el emperador presencia la caída de su imperio
Pero no mueve pieza en serio
Si se despieza el caos lleva directo al cementerio
Ozymandias, rey de reyes
Erosionan más sus gestos que todos los cinceles
Ozymandias no siguió sus propias leyes
Contempló su obra y su quiebre, su dolor y su fiebre