De bar en peor naufragué
Con mi encordado más sano.
Y nos ganaron de mano,
Puta, una vez que tocan 33.
Nos inventamos un cielo
En medio de la semana,
Que se nubló una mañana
Y nunca más nos dejo de llover.
En San Telmo resbalé
Cáscara de bandoneón
Y de jeta al piso.
Cómo es que aún no he podido
Acostumbrarme a mis pasos?
Descalzo de tus abrazos,
Camino en vidrio y no puedo poder
Acostumbrarme a la fe,
Y mucho menos a que falte gente.
Con este amor insolente,
Hoy no me alcanza ni para un café.