Para descansar un poco de su propia luz,
Cerró los ojos y se encomendó a su brillo.
Qué tan profunda su ceguera es?
Qué tan profundo su bolsillo?
No pudo dar siquiera un paso sin caer
En una guerra de cartel contra su sombra.
Es de nosotros todo aquello que no ve,
Menos la miel de su chamuyo.
Cuando se fue, no me avivé de comentarle que
Lo anda buscando lo que queda de su orgullo.
Está tan ciego que no ve que en sus pupilas
Hay una guerra de cartel contra su llanto.
Decidió que iba a volar
Y en mi cielo no hay lugar.
Para Ícaros, ácaros, bichos de mierda,
Células muertas de algún pobre gil
Que malgastan su vida en un par mil.
Su criterio no creció jugando en mi jardín,
No quiero visitas de otros días.
El que perdona tiene tanto que perder
Cuántos amigos le compran sus regalías?
Está tan ciego que no ve que en su ceguera,
Sueña mi sueño de soñar durmiendo afuera.