Tengo de alabastro el corazón y de barro las mejillas
Por eso no puedo llorar.
Pinto siluetas con carbón, que difumino con el dedo
Juego con la confusión
Me oriento como un barco sin timón
En digitales calendarios;
El léxico es un banco que prestó,
Sin interés vocabulario a mi revolución..
Y una de dos, o nos quedamos sin temor
O nos marchamos y no hay tregua,
Y cada cual con su dolor... ¡que haga lo que quiera!
Más si temblamos es peor, porque se nos ve a la legua
Que somos carne de caáón.
Si la ocasión la pintan calva es mejor
Que no se marche de puntillas...
No es el silencio buena opción.
Que de callar se han llenado cementerios
Y están en blanco muchos libros,
Que esperan la resurrección.
Las líneas de la mano son guión
Pero hay quién no sabe leerlas.
Su código es la mezcla del valor,
De lo improbable y la certeza de creer en el amor.
(estribillo)
Somos traficantes de ilusión y mercaderes de lo ajeno
Quemando sangre en el motor.
Vamos cabalgando sin temor, por los senderos de lo bello
Y cada nota es un color.
Se pinta el cielo gris si una canción no ve la luz en algún itio.
Se agita el viento para hacer llegar
La tempestad de su estribillo un vendaval de libertad...