Guardo en la bolsa la espuma,
la navaja de afeitar, el pijama,
los zapatos, alguna cassette,
y me digo, me repito, no voy a volver.
C ruzo la calle, en el semáforo me paro para ve
r al viejo del quiosco que abre al amanecer,
mis pasos me alejan
estoy seguro de que te olvidaré.
Tentado por la miel de otro cuerpo,
tentado por un amor incierto,
no sé dónde voy
porque tú no estás
desde el día de hoy.
Al aeropuerto, un taxi, poca cosa que llevar
mucha gente dando vueltas,
mis recuerdos también.
E stá claro,
no es momento de dejarse caer.
Cansado, sin dinero y con dolor de pies
y tu cuerpo sigue cerca castigándome,
pero he vuelto he vuelto,
no hay salida, ojalá no fuera así.