Como al sol le hace falta a la luna pues sin él no podría darnos luz, como el aire hace falta en el mundo, así me haces falta tú. Si algún día quisieras dejarme, por mi madre que no iba a saber ni pensar ni morir ni vivir, mucho menos llorar y reír. Cuándo has visto llorar a las piedras, cuándo has visto resecarse el mar, dime tú, que hay eterno en el mundo, nomás nuestro amor, y ya. Golondrinas, cenzontles y jilgueros, vengan todos que hoy van a escuchar la canción más hermosa del mundo que es la risa de quien quiero más.