Yo quisiera mirarme al espejo en tus ojos de miel
Sentirme en tu labio, amarrarme en tu abrazo, desnuda mi piel
Oírme en tu prosa, palparme en tus senos, en tus caricias
Encontrarme en tu rostro de luna, en tu sonrisa
Perderme en tu utópico sueño cruzando los mares
Aferrarme a tu hombro que lucha el desierto incansable
Fusionarme a tu espíritu que vuela muy alto en picos de montaña
Desnudarme en tu alma que juega en la noche a ser la mañana
Te extraño tanto que el aire me estorba
Ya va una semana nevando en mi alcoba
No tiene sentido ya el día en tu ausencia
Y mi respiro pide a gritos tu aliento
Mi pobre poesía ha extraviado su esencia
En el muy oscuro valle de un cuento
No quiere expresarse, no quiere escribirse
No quiere dejarme tallarla en papel
Dice que sin ti ya no quiere vivirse
En gran depresión pide al cielo morirse
Pide un sacrificio, el tintero y la pluma
Se adentra en la niebla, me mira y se esfuma
Perder a las dos, en un mismo día
Perder a las dos, la pluma y la tinta
Perder a las dos, en un mismo día
Perder a las dos, mi mujer y mi poesía