El amanecer marca el comienzo de un nuevo día
Mi presencia marca el inicio de una nueva era
¡Oh, bendita tierra, mis ojos se extasían contemplando tus colores!
¡Buenos días hermano venado! ¡Buenos días hermana águila!
¡Buenos días hermana serpiente!
Muy pronto nos mirará el señor sol
Que con su luz y calor acariciará nuestra casa grande dejando
La semilla de la vida a quien implore por él y castigando con
La muerte a los guerreros que se dejan vencer en la batalla
El agua me trajo hasta aquí y me recibe con amor la madre tierra
¿Dónde está mi gente que dejé?
¿Dónde están los niños que se hincan para rezarle a sus antepasados?
Mi garganta está sedienta de justicia para los hombres que cultivan
La tierra y que solo comen la esperanza de su esfuerzo
¡He llegado para construir piedra sobre piedra!
¡Mi nombre es Kukul Kán, el hijo de Hunab Kú!