Él la estaba esperando con una flor amarilla
Ella lo estaba esperando con la luz en su pupila
El amarillo del sol iluminaba la esquina
Lo sentía tan cercano, lo sentía desde niña
Ella sabía que él sabía, que algún día pasaría
Que vendría a buscarla con sus flores amarillas
No te apures, no detengas el instante del encuentro
Está dicho que es un hecho, no le pierdas, no hay derecho
No te olvides que la vida casi nunca está dormida
En ese bar tan desierto, los esperaba el encuentro
Ella llegó en limusina amarilla, por supuesto
Él se acercó de repente y la miró tan de frente
Toda una vida soñada y no pudo decir nada
Ella sabía que él sabía, que algún día pasaría
Que vendría a buscarla con sus flores amarillas
No te apures, no detengas el instante del encuentro
Está dicho que es un hecho, no le pierdas, no hay derecho
No te olvides que la vida casi nunca está dormida"