Hace tiempo me estás llamando
Susurrándome al oído
Ingenua, acudo sin pensarlo
Con cuatro de mis hijos
Me deslizo aventuroza
Empapándome de tu energía
Mientras acaricio con mis remos
Tu cálida piel fluida
Un día hemos cabalgado
Conociéndonos mutuamente
Yo jinete, tu corcel
De colas y meandros
Descendiendo encabritado
Entre rápidos y calmos
En la noche un descanso
En tu orilla confianante
Y mañana nuevamente
Ee montaré, mi rocinante
Como en todo buen descenso
Existen obstáculos desafiantes
Y en tu loca hidrología
Hay un monstruo atormentante
Me distraigo un momento
Y tus aguas me rodean
Transfiriéndome con soltura
A tu mundo alucinante
Pero antes yo te pido
Mi amigo inesperado
Déjame otear el horizonte
Y calmar a mis amados
La labor está cumplida
Puedo ahora entregarme
Sumergiéndome confiada
En tu sueño trinitario
Padre, Hijo y Espíritu Santo
Me entrego toda a Ti
Guárdame, defiéndeme y protégeme
Como alma y posesión tuya
Amén