Algunas hélices son sólo un girasol. Iré a buscarte siempre mientras me sienta así. Algunas tardes largas me aburro como un pez y doy las mismas vueltas pero sin ser tan brillante. Algunas tardes largas me aburro como un pez y doy las mismas vueltas pero sin ser tan brillante. Iré a buscarte por todos los cafés del mundo. Y el nuevo continente emergiendo de tu sangre, saliendo a coger aire por los poros de la piel más suave que soáé, que soáé...