Qué se yo, mujer qué se yo, si a este juego ya entramos perdiendo.
Se juega la vida, se vive a la sombra de los gigantescos deboradores.
El hueco que en mi pecho se abrió, será el cesto para su basura.
Mírame, te ordeno mirar. Podría ser mi suerte tu destino:
ando por la vida, cosecho castigos, me pasan al lado y me dan el olvido.
Mis hijos esperan para comer y yo les traigo migaja y derrota.
Calma, calma esa bronca y ese dolor cálmalo.
Calma, calma esa bronca y ese dolor cálmalo.
No lloré y nunca lo haré, aunque hoy juegen profundo en mi orgullo,
pero el agua falta y el árbol se seca el sol no lo besa, tan sólo lo quema.
Voy escalando el cerro mayor y la llanura se expande a mi lado (nena).
Calma, calma esa bronca y ese dolor cálmalo.
Calma, calma esa bronca y ese dolor cálmalo.
¡Qué se yo...!
¡Qué se yo...! ahhh!