Volveré a mi pueblo por aquel camino, sembrado de ayeres, ranchos y dolor buscaré en los cercos y las alambradas los viejos dolores que el tiempo dejó miraré que en todos los rostros hermanos vuelen mariposas libres como yo y cuando la cuesta me abrace a los ojos y miré tejados pintados de sol el olor a adobe sentirán mis manos y mi viejo pueblo me verá llorar, el dolor a adobe sentirán mis manos y mi viejo pueblo me verá llorar. Volveré a mi pueblo lleno de esperanzas, con las manos grandes, para trabajar y cuando descanse al final del camino volveré a ser niáo sin mirar atrás, buscaré en el parque ladrillos quebrados y las nuevas tumbas que hay en el panteón, oiré a mi viejo tocar su guitarra la voz de mi madre tararararear, el olor a adobe sentirán mis manos y mi viejo pueblo me verá llorar, el olor a adobe sentirán mis manos y mi viejo pueblo me verá llorar. Volveré a mi pueblo con los hijos grandes, a los que yo siempre les hable del sol, de las madrugadas y los aguaceros, de los que murierón venciendo el dolor. Volveré a mi pueblo con nuevas heridas, como golondrinas que el tiempo guardó. Volveré a mi pueblo con mi compaáera, mi guitarra vieja y la decición de volver con todos los hombres comunes que aman a mi pueblo más o igual que yo, y a ceder con todos que el futuro dura y apenas empieza la revolución.