Casi llorábamos los dos
Cuando lo fuimos a dejar
En el taller del compraventa
Ni el coche nuevo nos borro
La sensación de traicionar
A un viejo amigo más que fiel
Yo ya empezaba a prosperar
Y no era cosa de alternar
Desde un modesto utilitario
Maldito crédito social
Que nos obliga a prescindir
De tantas cosas al vivir
Nuestro viejo 600
Testigo discreto
De tantas promesas
De sueños inquietos
Cobijo perfecto
De aquellos momentos
Tan llenos de ti
Aparcado en la sombra
Encendida la radio
Nuestro primer lecho
Fue su asiento estrecho
Donde dimos cuenta
De aquellas urgencias
De amor juvenil
Tienes razón
Hay que admitir
Que algo en nosotros
Pudo morir
El mismo día que del 600
Me desprendí
Recuerdo aún casi con dolor
Cuando un camión nos embistió
Y lo dejo para el arrastre
El guarda barros y el capó
Eran un triste acordeón
Como cansado de tocar
Y en medio de la confusión
El camionero se empeñó
En calentarme bien los morros
Aunque al final todo acabo
En amigable discusión
En torno a un sólo y un chinchón
Nuestro viejo 600
Testigo discreto
De tantas promesas
De sueños inquietos
Cobijo perfecto
De aquellos momentos
Tan llenos de ti
Aparcado en la sombra
Encendida la radio
Nuestro primer lecho
Fue su asiento estrecho
Donde dimos cuenta
De aquellas urgencias
De amor juvenil
Tienes razón
Hay que admitir
Que algo en nosotros
Pudo morir
El mismo día que del 600
Me desprendí
Ay Nuestro viejo 600
Testigo discreto
De tantas promesas
De sueños inquietos
Cobijo perfecto
De aquellos momentos
Tan llenos de ti
Aparcado en la sombra
Encendida la radio
Nuestro primer lecho
Fue su asiento estrecho
Donde dimos cuenta
De aquellas urgencias
De amor juvenil
Ay Nuestro viejo 600 mira
Testigo discreto
De tantas promesas
De sueños inquietos
Cobijo perfecto
De aquellos momentos
Tan llenos de ti
Ay Aparcado en la sombra, nena
Encendida la radio
Nuestro primer lecho
Fue su asiento estrecho
Donde dimos cuenta
De aquellas urgencias