Difícil, muy difícil. No es tarde... ¡quémalo!
La máquina salvaje cada instante más deprisa
y donde sus púas pueden desgarrar.
Da lo mismo, no hay discusión
lleva la demencia ciega tatuada en el motor.
Atada, bien atada ¡nadie escapa!
La máquina salvaje siempre llega más allá
vuelve a dar la cara con el culo sin limpiar.
Cosa buena, cosa mala, fichas de control
lleva la decencia falsa tatuada en la coz.
De vuelta, de vuelta, de vuelta y aplasta
insensible con la marcha atrás.
Por ti, por ti, intento escurrirme y alejarme de ti
y aplasta todo insensible con la marcha atrás
escupo en el suelo miedo, difícil con la marcha atrás.
Quémalo...