Me quedo aquí
En el kilómetro final de esta agonía
Con la mochila ya vacía de palabras para ti
Se cansaron mis brazos de abrazar la nada
Se durmió mi pecho desecho de esperar fantasmas
La lluvia da descanso a mis pasos, trémulos
De andar buscando tu sonrisa, el calor de tu amor
Desesperanza, desesperanza
La inmensidad que fuiste, el sueño que sembraste
Hace tanto en mi alma
Hoy descansa en la de la desesperanza
Lloroso mi ser se derrumba
Después de chocar día a día contra tu efigie de piedra inamovible
Contra tus monosílabos de hastío, tu boca sin luz ni deseo
Tus tiranías de compañera de celda
En este erial que una vez Fue primavera
Y no prisión de dos desconocidos
Que se ignoran y no se toleran
Me quedo aquí
A un kilómetro de empezar a odiarte
En este Punto en qué aún me dueles y me importas
Por qué el amor se quedo ya solo en la boca
Y en repetir la palabra Ceremonial del tedio y la rutina
Por qué decir te amo sin que te importe un carajo lo que me importa
Es ceremonia de costumbre y tedio y agonía
Me quedo aquí, Amor, me quedo aquí
Por qué tus abrazos ya no me ven, ni tu alma.me nombra
Ni tus sueños me buscan, Ni tus sueños me buscan
Por qué dejamos morir lo que importaba y nos salvaría de la tormenta
Por qué ahora cualquier charco
Es océano insondable que nos aleja
Por que ahora cualquier brizna nos tumba
Por qué nuestras raíces Se las comieron los cuervos
Y nuestros ojos los gusanos
Por qué nos mantenemos de pie por costumbre y cobardía
Me quedo aquí, Amor, me quedo aquí
Por qué hace mucho que nuestra piel
No se eriza en nuestra cercanía
Ni la ilusión dibuja días de campo leyendo historias
Por qué mis ojos hace años no encuentran los tuyos
Y te lo digo y te lo grito y te lo suplico y te lo reclamo
Y no te importa, amor me quedo aquí
Con la mochila ya vacía de palabras para ti
Amo, amor
Me me quedo aquí, me quedo aquí.