Y desperté y él estaba ahí
Con sus cuernos torcidos
Mirando fijamente
Mirando fijamente
Sonriendo dijo
Veo el miedo en tu mirar
Dame tu mano te llevaré a un lugar
Lleno de luz y obscuridad
Donde todos tus sueños se cumplirán
Y las mentiras yacerán
Oh mi señor
Tengo hambre y sed de poder
De riquezas, sabiduría y placer
Concédeme el deseo de vivir
Deliciosamente
Ser
Parte de tu reino
Lucharé contigo en tu legión
No
Tendré piedad por los débiles
Pues merecen la plena destrucción
Pactemos
Este deseo con un brindis
De sangre dulce y obscuro
Oh mi señor
Con esta daga
Cortaré mi piel
Recita las palabras
Magicas y malvadas
No sé
Como y cuando
Menos donde
Pero te veré ahí
Donde los placeres
Prevalecen