La aversión te lleva para abajo y te sientes del carajo
No hay trabajo, y cuando hay es horrible despartajo porque empiezas desde abajo
Si te quedas lo suficiente creces entre los peces de calado
Ya en la cima, desde arriba, es la avidez es la que te domina
Que diatriba, en ninguno encuentras la calma ni la paz de alma porque el arma no reside
En ser veleta de la circunstancia que avanza y transa en su alabanza
La ecuanimidad persiste y no diste un paso al sufrimiento derivado de engancharte en cualquiera de los lados
En soltar la carga reside la alabanza que desiste, sin quedarte pegado en cualquier lado
Guerreros de la ecuanimidad, aprestad el arma porque ya no hay trampa
La aversión te lleva para abajo y te sientes el carajo
No hay trabajo, y cuando hay es horrible despartajo porque empiezas desde abajo
Si te quedas lo suficiente creces entre los peces de calado
Ya en la cima, ya en la cima desde arriba, es la avidez es la que te domina
Que diatriba, en ninguno encuentras la calma ni la paz de alma porque el arma no reside
En ser veleta de la circunstancia que avanza y transa en su alabanza
La ecuanimidad persiste y no diste un paso al sufrimiento derivado de engancharte en cualquiera de los lados
En soltar la carga reside la alabanza que desiste, sin quedarte pegado en cualquier lado
Guerreros de la ecuanimidad, aprestad el arma porque ya no hay trampa
Ya no hay trampa, besa la arma porque ya no hay trampa
La ecuanimidad, prestará el arma porque ya no hay trampa
Aquí no hay trampa, besa la arma
La aversión te lleva para abajo y te sientes el carajo
No hay trabajo, y cuando hay es horrible despartajo porque empiezas desde abajo
Si te quedas lo suficiente creces entre los peces de calado
Ya en la cima, desde arriba, es la avidez es la que te domina
Que diatriba, en ninguno encuentras la calma ni la paz de alma