No temáis que sigo aquí a tu lado
Esperando la respuesta por la yo he de morir
No sufras más, ven aquí mí mi espíritu
Te cuidará cuando no sepas qué hacer, no has de vivir
Escúchame no tengas miedo al fin
Ven conmigo si quieres huir al arcoíris
Te enseñaré un mundo de color que vivir
Cuando todos estemos juntos al fin
Al fin, mi padre, murió en mis brazos
No sin antes, despedirse de su querido diario
En él, escribió estos versos, en él, plasmó su última locura
Murió sabiendo que había pedido perdón
A su único hijo, y que había conseguido quitarse la gran carga
De una vida entregada al pecado...
Esta es, ha sido y será, la verdadera historia
De aquel que se hacía llamar
Cruel