Quisiera haberte escrito una cancié« emocionante,
de esas que el abajo firmante siempre exagera.
Una cancié« que tus encantos elevase y, de esa vil manera,
a fuerza de frasecitas, lograr emborracharte.
Y conseguido tu despiste proceder a liarte
y hacerte creer que soy como aquel personaje,
al que di publicidad inmejorable, rima y banda sonora
y un aspecto de esponté¤eo a todas horas.
No hay mejor poesé que la de tu mirada,
ni mejor melodé que tu voz temprana.
No hay palabras que puedan describir tu cara.
No hay garganta que pueda pronunciar tu nombre.
No hay mejor poesé que la de tu mirada,
ni mejor melodé que tu voz temprana.
No hay palabras que puedan describir tu cara.
No hay garganta que pueda pronunciar tu nombre.
Qu?le digo yo a mi alma
si mi cancié« no est?terminada,
; terminada,
si no tiene emocié«.
Quisiera haberte escrito una cancié« emocionante,
que empezara con un te quiero y con te quiero acabase,
que me hiciera parecer a tu entender interesante y todo,
que me diera categoré de genio loco.
Mas, no hay mejor poesé que la de tu mirada,
ni mé© mé·ica que cuando suspirabas.
No hay palabras que puedan describir tu cara.
No hay garganta que pueda pronunciar tu nombre.
Qu?le digo yo a mi alma
si mi cancié« no est?terminada,
si no tiene emocié«. (bis)
No hay mé© mé·ica que cuando suspirabas.
No hay garganta que pueda pronunciar tu nombre.
Si no tiene emocié«.