Antes pensaba en ti como algo que jamás me perdonaría haber perdido
De hecho, aquel adiós fue lo más doloroso que he vivido
Creía que ahí se acababa todo:
Mi vida, mi felicidad, mis ganas de seguir luchando
Fueron tiempos duros, no lo niego
Nunca había estado tan abajo
Caí en lo más profundo de mí mismo
Incapaz de salir del pozo de tristeza en que terminé sumido
Recuerdo mirar hacia arriba, hacia la luz, y solo ver tu rostro
Qué idiota fui por permitir todo aquello
Por pensar que un amor importaba más que mi vida
Y haber dejado todo lo demás en pausa por ti
Esperando que volvieras a sacarme de mi propia tristeza
Tú, que me enviaste allí
Tú, que prometiste no doler nunca
Tú... que no fui capaz de ver en tus ojos que, en realidad, nada iba bien
Fui idiota por no ponerme a mí primero
Por seguir pensando en ti siquiera
Buscando en el mañana aquel pasado que ya no es, ni será de nuevo
Ahora entiendo por qué te fuiste
Y no te culpo de nada
La culpa es mía por no haber sabido salir antes
De toda aquella depresión
Por no ver en mí la fuerza necesaria para luchar la batalla
Cuando en realidad, podría incluso haber evitado la caída
No creí en mí entonces, pero ahora lo hago
Por fin entiendo que mi felicidad no la tienes tú
Que hay vida más allá de ti
Eres pasado y ahí estás bien, lejos de mí
Seguiré luchando porque nadie, nunca me vuelva a robar esa felicidad
Es un tesoro que no valoramos lo suficiente
Y dejamos en manos de la primera persona que se cruza en nuestro camino
Pues bien, lección aprendida: nunca más
Por mucho amor que me espere en el futuro
La felicidad será siempre compartida
Lejos de cualquier dependencia
Que me vuelva a partir el alma si un día decide irse
Amaré con todo, como siempre
Pero ahora sé que el camino a la felicidad pasa por mí mismo